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domingo, 22 de septiembre de 2019

Valle del Jerte y N-110

Publicado: Sab Abr 09, 2016 8:24 am    Título del mensaje: Valle del JERTE y N- 110
El objetivo de nuestra actual ruta, era TRIPLE. Por un lado, completar la totalidad de km 
de la N-110 (Soria-Plasencia) y por otro, disfrutar del espectáculo que representan los 
casi dos millones de cerezos, que hay plantados en El Valle del Jerte, en plena época 
de floración.   Además, hacer una caminata senderista por la Garganta de Los Infiernos.
Organizando y repasando el buen estado del equipo de acampada. He de portar lo más
necesario, porque en la moto no puedo permitirme el lujo de llevar nada accesorio.
El único "capricho", es un buen colchón hinchable, ya que mi espalda a esta edad, no me
perdona muchos excesos. 


 El punto de encuentro con mi amigo y compañero de aventuras, (VALEN) es Soria. 
Como es una ciudad que ya he visitado una docena de veces en moto, en esta ocasión, 
voy a acceder hasta la fría localidad castellana por una carretera que nunca he rodado. 
(Miento, sí he rodado algo por ella, pero no hasta la capital soriana, solo hasta Cervera) 
Se trata de acceder por la N-234 desde Calatayud y una vez abandonada la A-2. 



La carretera nacional 234, transcurre paralela al trazado de la tristemente famosa, línea
de ferrocarril Santander-Mediterráneo, en desuso desde mediados de los años ochenta. 
                                                        http://www.abuaf.com/sm/
En una mañana sin viento, soleada y por una vía bien asfaltada y sin apenas tráfico, es
una delicia rodar en moto. Todo está donde y como tiene que estar. La moto, a pesar de
su pequeña cilindrada y del exceso de carga que soporta en esta ocasión, suena y se nota
redonda. Además, ir descubriendo nuevos lugares y nuevos paisajes me llenan de felicidad.
Villarroya de La Sierra, Clares de Ribota, Malanquilla, Torrelapaja y de allí hasta el Puerto
de La Bigornia.
Otra cosa fue, al coronar dicho puerto (1100 mt) y acceder al llano mesetario soriano.
Al fondo, un panorama nevado (Sierra de Urbion) y un fino viento helador que se mete
por todos los resquicios entre cazadora, casco, pantalón. Ufffff, esto ha empeorado.
Solo de quitarme un minuto los guantes, para hacer unas fotos, siento los dedos por
completo helados. Toca ajustar bien todas las prendas y mentalizarse. 
En la parte soriana, el tráfico es inexistente. Solo una población importante en el trayecto,
Almenar de Soria. Adelantándome algo a la hora en que había quedado, llego a la capital.
Nuestro amigo, con puntualidad inglesa, a las once aparece en el centro comercial en el
que nos habíamos citado. Tomamos un reparador café, muy muy caliente y sin mas dilación,
comenzamos nuestro compromiso rutero de hoy. 

Calatañazor, El Burgo de Osma, son poblaciones que me traen muy buenos recuerdos.
En esos lugares, he estado con gente de este club motero y he disfrutado mucho. 



 La N-110, en sus primeros km. (setenta o así...) se solapa con la N-122. No es hasta la localidad
soriana de San Esteban de Gormaz, que tiene nomenclatura propia.
Es por eso, que al ver el primer cartelón anunciador, no pudimos resistir la tentación de retratarnos
debajo de él. (Como niños...)      https://es.wikipedia.org/wiki/N-110




 Ayllón, Riaza y Cerezo de Abajo. Sol y no mucho frío.
En este punto, hemos de abandonar la N-110 y por la autovía E-5 (N-1) pasar por las
estribaciones del Puerto de Somosierra, en plena Sierra de Guadarrama. Ya ese paisaje
nevado será una constante de nuestra ruta por lo que en el lado izquierdo vamos viendo. 



 A todo esto: se nos ha hecho la hora de reponer energías. Elegimos un bucólico lugar, a 
orillas del rio Cega. El pueblo de Prádena, está justo al lado y al acabar las viandas, el café 
calentito en el bar del pueblo, nos reconfortará para seguir nuestra ruta. 


                                      https://es.wikipedia.org/wiki/Cega 
 Dejamos atrás Torrecaballeros y enseguida rebasamos también Segovia. Esta vez, nuestro     alojamiento debía ser un camping situado en un aeródromo. Concretamente en Fuentemilanos,     localidad situada en la N-110 a una distancia de unos diez km. de Segovia dirección Ávila.
 No sabemos el motivo, pero el camping se encontraba sin responsable a la vista. Accedimos a su interior buscando al jefe de recepción, dimos voces llamando su atención, pero lo cierto y verdad es que ni a nuestras llamadas ni bocinazos, se presentó responsable alguno. Debe tenerse en cuenta, que el recinto es un pequeño aeródromo. Que en él, hay una torre de control, y a la vista varias avionetas. Una con dos motores y bastantes otras   de vuelo sin motor plegadas y embaladas en su receptáculos. 
 Llamo por tlf. al número que había visto en la web del camping y me dice eso de "información Movistar... el número marcado, no se corresponde con ningún abonado". Uffff, mal llevamos esto de alojarnos aquí... 
                                     http://www.fuentemilanos.com/acomodacion/
 El lugar es precioso. Unas vistas de Navacerrada de película, pero es un descampado a unos dos km del pueblo. En estas, pasa un paisano en un 4x4 y nos informa amablemente que al no haber nadie alojado, tal vez el encargado ha tomado la tarde libre. Nos dice su nombre (Victor) y donde reside en el pueblo y allí nos dirigimos. Lo de Victor hay que tener imaginación para llamarle, cuando leí su nombre en el buzón de la casa. Checoslovaco, ruso o polaco. ¡Yo que sé!!
 De todas formas, en su casa, tampoco respondió nadie. Estuvimos barajando la opción de regresar a Segovia y comenzar a buscar otro camping, pero muy acertadamente VALEN propuso un excelente plan B

En vez de retroceder, continuamos viaje hasta Ávila y en lugar de acampar, nos dirigimos a un hostal que él conocía. UN ACIERTO PLENO. Céntrico, barato y con instalaciones magníficas, incluyendo garaje para guardar nuestras motos.








 Y así, vimos Ávila. En principio no estaba en nuestros planes disfrutar la ciudad. Hubiésemos pasado de largo de haber pernoctado en Fuentemilanos, pero pudimos recorrer sus calles, admirar su muralla y al no tener que recurrir para nada a las motos, tomar algunas cervezas en sus cafeterías. Bonito el paisaje y amable y muy atento el paisanaje.


                                   También nos retratamos con gente conocida... 



Poco a poco, se fue haciendo de noche en Ávila y debimos irnos a nuestro hostal. El día había sido generoso con nosotros, pero habíamos rodado mas de 450 km y andado mucho por sus calles y el cansancio empezaba a hacer mella en nosotros. 

A eso de las ocho de la mañana y después de un sueño reparador, nos levantamos, nos duchamos cargamos nuestro equipaje en las motos y nos pusimos en marcha. Es jueves, 7 de abril de 2016. Poco mas de 4º de temperatura, pero con sol y nada  de viento. 


 Antes de abandonar la ciudad, VALEN tenía empeño en que visitásemos un monumento al que el día   anterior no nos había dado tiempo llegar. Se trata del Humilladero de los Cuatro Postes. Monumento   religioso formado por cuatro columnas de cinco metros de altura y donde la santa Teresa, quitándose las sandalias, pronunció la famosa frase "De Ávila, ni el polvo"
                                  https://es.wikipedia.org/wiki/Los_Cuatro_Postes

Decimos un último adiós desde esa magnifica vista a la ciudad y continuamos por la N-110 en busca de un buen lugar para  desayunar.

Y lo hemos encontrado. En Muñogalindo, con la Sierra de Gredos como fondo natural y en terraza tomando el sol de abril.  Café con leche y unas rebanadas de pan de pueblo que quitan el sentido. 
A partir de ahora nos toca visitar, Muñana, El Puerto de Villatoro, Piedrahita, El Barco de Ávila y Puerto Castilla.



Y hablando de puertos, como quien no quiere la cosa, coronamos por la cara castellana el Puerto de Tornavacas. (1277.mt) Es justo donde comienza otro de nuestros retos-objetivo del viaje que nos ocupa en esta ocasión. El Valle del Jerte. Hace un viento helador en la cumbre. Las montañas de alrededor muestran aún una buena ración de nieve. El hito kilométrico, no se lee con facilidad, pero muestra que nos faltan 53 km para llegar hasta Plasencia. No es el destino de hoy, pero es el final de la N-110. 







 Y comenzamos el descenso a la vertiente extremeña. En primer lugar el pueblo de Tornavacas. El que menos floración disfruta en este momento, porque es el que a más altura está ubicado. A medida que vamos bajando al valle, el blanco se hace predominante y ya en la localidad de Jerte está en plena efervescencia.






 Vamos muy bien de hora, el tiempo es magnífico, por tanto sin prisa procedemos al montaje de     nuestras tiendas gemelas. El camping está casi desierto, pero hay aparcadas muchas roulot y tiendas   de campaña. Supongo que en el buen tiempo, esto estará muy animado.


 Con todo instalado, toca irse a comer. Es una placer para los sentidos, ir dando un paseo por el       campo, a orillas del Río Jerte,   y entre bancales de cerezos en flor.
















Después de bien comidos, ruta senderísta de casi cuatro horas. Toca ahora cumplir otro de los objetivos de este viaje: La Garganta de Los Infiernos. Me faltan palabras para expresar la grandiosidad de la zona. Naturaleza en estado puro. Necesario visitarlo una vez en la vida. Solo llegamos hasta la zona de Los Pilones. El recorrido completo son más de siete horas de buena marcha. Cascadas, torrentes, gargantas y piedras talladas por el líquido elemento y el paso de los años.

 Lástima que el agua esté aún tan fría... en verano debe ser muy placentero darse un baño en esas   pozas que quedan  colgadas en las rocas, asemejando bañeras naturales.
 Ha sido una pena, no haber planificado un día mas de estancia y poder completar así la ruta circular. Es penoso andar por estos barrancos después de comer...

 Para personas mayores, o con movilidad reducida, hay organizado un servicio de furgonetas
(previo pago, claro) que las acercan hasta la orilla del arroyo por una pista forestal, 1/3 de
 cemento, 1/3 de tierra y el tramo final empedrada como una calzada romana...

 Fueron numerosos los caballistas que nos cruzamos en nuestro camino de regreso...

De regreso al camping, unas birras para hidratar y después de cenar, un paseo por los alrededores y pronto a la cama... Serian las 23.30 cuando me dormí y a eso de la 1 de la madrugada, me despierto,  porque oigo unos ruidos ensordecedores. Había sobre nuestras cabezas, una tormenta de aire huracanado, que hacía que ramas y trozos de los arboles que nos rodeaban me estuviesen dando la sensación de que o llovía o granizaba, porque sobre la tienda no paraban de caer "cosas". Abrí un poco las cremalleras y observé que el exterior estaba seco. Seco pero lleno de pedazos de los arboles. Algunas ramas más grandes, pude ver a la mañana siguiente que cayeron sobre alguna caravana, lo que provocó ruidos metálicos, que en la oscuridad de la noche, asocié con que se nos habían caído al suelo alguna de las motos. Volví a comprobar que todo seguía en orden. Eran algo mas de las 2. A las 4 volví a pasar un buen rato despierto porque entonces la fuerza del viento llegó a mover bastante la tienda. Eso que habíamos plantado ambas bien pegadítas a una caravana y las sujetamos con todos los medios disponibles. Como no noté ningún desperfecto en nuestros enseres y VALEN no hacía ruido alguno, opté por seguir intentando dormir hasta eso de las 6.30 que ya lo llamé y empezamos a mover nuestro equipo de acampada.    LO QUE SE LLAMA, UNA NOCHE TOLEDANA¡¡
Antes de las 8 de la mañana, ya salíamos del camping. En el camino hasta un hotel, en la orilla de la carretera N-110, donde paramos a desayunar, pudimos ir viendo la magnitud de la ventolera de la noche pasada. Hojas, ramas y todo tipo de objetos voladores dispersos por todo el entorno. (Tuvimos suerte de no recibir algún impacto encima de la tienda)
Nuestro tercer objetivo estaba a punto de conseguirse. Estamos finalizando el trazado de mas de 440 km de la N-110. Una vez llegados a Plasencia, sin ni siquiera entrar en la ciudad (la visitamos el año pasado durante la Ruta de La Plata) enfilamos rumbo a Madrid por la EX-203 dejando atrás poblaciones con apellido "de la Vera" sinónimo del mejor pimentón del mundo. Puesto a secar y ahumado con leña de encina. 


Y era claramente apreciable su aroma al pasar por las mencionadas poblaciones extremeñas.
La carretera, mil y una curva, pero como el tiempo era inmejorable y el tráfico casi nulo, pues rodar en moto sin grandes prisas ni agobios, se convertía en un ejercicio sensorial casi orgásmico.
En la población de Cuacos de Yuste, visitamos un raro mausoleo. Se trata de un cementerio alemán, en el que hay enterrados casi dos centenares de militares de ese país, fallecidos durante la primera y la segunda guerra mundial  en tierras o costas españolas.

               https://es.wikipedia.org/wiki/Cementerio_Alem%C3%A1n_de_Cuacos_de_Yuste







Y con el homenaje al soldado desconocido, doy por finalizado el reportaje gráfico en el día de hoy.
Aún rodamos muchísimo rato por carreteras tranquilas y magnificas de firme en Extremadura y en la parte castellana del Valle del Tiétar. Todo comenzó a ser desagradable en el momento que fuimos acercándonos a Madrid. Cruzar la villa y corte en viernes a las dos y media de la tarde, con dos motos de 125 cc. es una sensación poco grata.  Llegaron a adelantarme coches en alguna rotonda, por la izquierda y por la derecha al mismo tiempo. Pero bueno, es algo con lo que  ya contábamos....
En Alcalá de Henares, me despido de VALEN y continúo en solitario por la A-2. En Taracéna, reposto combustible y me  tomo el último café. Ya no he de parar hasta Zaragoza. De no ser que me derribe el fortísimo viento que soporto.
Un poco antes de las siete de la tarde, llego a mi casa. Habíamos salido del camping a las ocho de la mañana.     Todo OK. Todo para repetir. Hasta la próxima...
Saludos cordiales. Nos vemos en la carretera.

**Nunca un mar en calma, forjó un buen marinero...

Ultima edición por JAROTE el Sab Abr 09, 2016 7:42 pm; editado 3 veces


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