Motor, senderismo y otras maneras de pasar el rato...

lunes, 13 de septiembre de 2021

Soria. Ni te la imaginas... (2ª parte)

Jueves, 09/09/2021  Vemos amanecer desde nuestra cama, ya que el techo de nuestro iglú es transparente. Incluso algún pajarillo, ha estado picoteando lo que ha caido de los arboles.  Desayunamos en el bar del camping y nos disponemos a emprender la marcha senderista hasta la Ermita de San Bartolomé.
La senda, pasa justo por la puerta del camping donde estamos alojados. Primero la ribera del Ucero y después la del río Lobos. Hasta llegar a la ermita.

Es un camino bien señalizado, llano y de algo así como 4 km de ida y otros tantos de vuelta, desde donde hemos pernoctado.
Este puente, situado en el comienzo de La Cuesta Galiana, marca el punto donde desemboca el río Lobos en el Nacedero del río Ucero. (Del que es por tanto afluente)
A un lado del puente, el Lobos, abajo a la derecha de la imagen, el Ucero.
Nacedero del Río Ucero.

Lógicamente  al ser un cañón, altas moles de piedra, a derecha e izquierda de nuestra senda.
El río Lobos, es ahora en época  estival, un  pequeño arroyuelo.  
La senda, discurre por la margen derecha, cruza a la izquierda y vuelve a cruzar en varias ocasiones.
Debemos ir haciendo ejercicios de equilibrio, porque algunas de las piedras en las que nos apoyamos, están mojadas y con musgo  (Resbaladizo en extremo)
Otros tramos, son entre el bosque de ribera, que en esta parte es casi todo de sabinas.




Hay también algunas choperas antiguas y plantaciones recientes de dicha especie arbórea.


Un alto en el camino, para descansar e hidratarnos. No tenemos prisa y tarde no es...

Vamos llegando a la gran pradera que se abre frente a la Ermita de San Bartolomé.
Antes de visitar la zona de la ermita, veo un roquedal a nuestra izquierda y no puedo resistir la tentación. Voy directo a la cumbre del monte...
Desde lo alto, la visión del valle, que desde abajo se nos había tapado por completo, se amplía hasta donde la vista permite.
Vaya pedazo de ventana!!
Hay que agarrarse, porque el viento a esta altura, puede jugar una mala pasada.




A escasos 900 metros de este lugar, hay un aparcamiento, hasta el que se puede acceder con vehículos. La ocupación estaba casi al completo a pesar de ser un día laborable, por tanto aquí la gente ya era multitud por doquier. (Personas, perros, ciclistas etc)
El templo llamado originariamente  San Juan de Otero y ahora dedicado a San Bartolomé, fue construido en el primer cuarto del siglo XIII cuando el estilo románico, daba paso al gótico.
El jueves 9/9/21  la iglesia se encontraba cerrada.
Justo detrás del templo y en la otra orilla del río, se encuentra la Cueva de San Bartolomé.
También llamada Cueva Grande.
Impresionante cueva natural, accesible y a la que se ha dado utilidad muchos años, como refugio de pastores y rebaños.
Existen  varias especies de murciélagos y plantas autóctonas en las paredes.


También hay en su interior, pinturas rupestres. (Yo no fui capaz de verlas)
Logrados nuestros objetivos, vamos ya camino de regreso al punto de partida.
Aún así, son varias las veces que tenemos la necesidad de volver la vista y observar de nuevo las maravillas, que  la naturaleza y el hombre han creado y  de las que hemos disfrutado esta mañana de septiembre.
Cruzamos el puentecillo y   emprendemos el regreso.
Hasta la próxima, San Bartolomé!!




De nuevo en nuestro "redondeado hotel" donde comemos y descansamos, hasta esa hora de la tarde en la que piensas que debes volver a ponerte en marcha y darte una vuelta por los pueblos de alrededor.
Como dije en el capítulo 1º, hace unos diez u once años, organicé una quedada motera con el Club YBR por esta zona y acudimos a comer a Santa María de Las Hoyas. Hoy, hemos venido a tomar un café a ese lugar, para recordar los buenos tiempos de motos y amigos.

Visitamos otros pueblos y otros paisajes e hicimos muchas fotos.
Lugares típicos como este pilón...
O "rústicos" como esta puerta...
También, muchas fotos de "postureo" para matar la tarde.
Así transcurrió el jueves... 
El viernes 10/09/2021 hicimos de nuevo nuestro equipaje y después de desayunar emprendimos viaje de regreso a casa. Hicimos no obstante muchísimas paradas para ver el paisaje o para hacer fotos.
La primera parada, a escasos km de nuestro alojamiento, en el Mirador de La Galiana, un lugar al que se accede, después de rodar una veintena de curvas de infarto. (Algunas auto caravanas con las que nos cruzamos, se sorprendían del trazado y paraban en medio de la curva)
Así lo representa Google Maps, con ello podemos hacernos una  ligera idea.
También es un buen observatorio de aves rapaces. 

Hicimos paradas  también,  para retratar castillos.
Éste, en el pueblo de Almenar.
Incluso hicimos paradas de propio, para comer algún torrezno.
Pero donde más nos detuvimos, fue en El Bosque Mágico.
Pero eso ya será motivo para otra crónica, que  hoy no quiero cansaros. Saludos y espero que os guste.