José Martínez Ruiz, que desde principios del siglo XX firmaría AZORÍN, es un escritor que rompe sistemáticamente los géneros tradicionales.
De entre sus libros, "La Ruta de Don Quijote" escrito en 1905, es el que mejor responde a lo que hoy podríamos considerar una crónica de viajes. En esta ruta motera, he pretendido recorrer los lugares que él, narra en esas páginas escritas por encargo para el diario El Imparcial.
Es el martes 21/05/2019, cargo mi moto con lo imprescindible para tres jornadas y emprendo viaje desde Zaragoza, rumbo a la Mancha. Lo hago vía Daroca, Molina de Aragón, Beteta, Huete, etc.
Voy solo, no tengo prisa alguna y no me resisto a parar en numerosas ocasiones a retratar el paisaje...
Cualquier cosa, cualquier curva, cualquier paisaje, es motivo suficiente para detener mi marcha y sacar la cámara. (Ventajas de rodar sin compañía)
A primeras horas de la tarde y después de haber comido copiosamente en Rte. Chibuso, en Huete (Cuenca) llego a mi primer destino. El Toboso, como dice Azorín en su libro, es un pueblo único, estupendo. "La llanura ondula suavemente, roja, amarillenta, de verde imperceptible en las piezas sembradas."
"Ya se puede ver la torre cuadrada, recia, amarillenta, de la iglesia y las techumbres negras de las casas"
Ésta iglesia es por cierto, la que erróneamente, en el libro de Cervantes se le atribuye la frase
"con la Iglesia hemos topado, Sancho". Frase que no se recoge en la obra del escritor de
Alcalá de Henares.
"con la Iglesia hemos topado, Sancho". Frase que no se recoge en la obra del escritor de
Alcalá de Henares.
Iban D. Quijote y Sancho buscando el alcázar en el que se supone vivía Dulcinea y advierte Sancho"que yo veo poco, o que aquel bulto grande y sombra que desde allí se descubre la debe hacer el palacio de Dulcinea", Guió Don Quijote y habiendo andado como doscientos pasos, dio con el bulto que hacía la sombra y vio una gran torre y luego conoció que el tal edificio no era alcázar, sino la iglesia principal del pueblo. Y dijo: -Con la iglesia hemos dado. Sancho.
¿Donde estaba la casa de Dulcinea? ¿Era realmente Dulcinea ésta Aldonza Zarco de Morales de que hablan los cronistas?
Abandono El Toboso y en un pís-pas, llego a Campo de Criptana. Y lo primero, es llegar al cerro de los molinos. "Los molinos de Criptana andan y andan"
No es de extrañar que D. Alonso Quijano el Bueno tomara por gigantes los molinos. Los molinos de viento eran, precisamente cuando vivía Don Quijote, una novedad estupenda; se implantaron en la Mancha en 1575
"Ya marchan lentamente sus aspas; ya marchan rápidas. Dentro, la torrecilla consta de tres reducidos pisos: en el bajo se hallan los sacos del trigo; en el principal es donde cae la harina por una canal ancha; en el último es donde rueda la piedra sobre la piedra y se deshace el grano."
En la actualidad, se conservan 10 molinos pero dicen las crónicas que en este monte había una treintena de ellos.
Ayuntamiento de Campo de Criptana
"Los anchurosos corrales manchegos han comenzado a aparecer a un lado y a otro del camino; después han venido las casas blanqueadas, con las puertas azules; más lejos, se han mostrado caserones con anchas y saledizas rejas rematadas en cruces"...
"Cruzan por las calles viejas enlutadas; suena una campana con largas vibraciones".
Mural callejero , pintado en Campo de Criptana.
Obra escultórica de Eloy Teno homenajeando la Semana Santa.
Paseando por las calles de Campo de Criptana, veo una estatua que me recuerda que en este lugar, nació Sara Montiel.
Me acerco a mi pensión. Se va haciendo tarde y mañana debo continuar con mi
aventura manchega ( y motera)
aventura manchega ( y motera)
La estancia es amplia, limpísima y con pinta de muy cómoda. Hoy ha sido un día intenso. Algo más de 400 km en moto y luego paseo largo por las callejuelas empinadas de este pueblo castellano.
Hablando con mi ventero, le he pedido que lo mismo que hizo Don Quijote hincándose de rodillas ante el suyo, y diciéndole: "No me levantaré jamás de donde estoy, valeroso caballero, hasta que la vuestra cortesía me otorgue un don que pedirle quiero, el cual redundará en alabanza vuestra y en pro del género humano." El ventero que vio a su huésped a sus pies y oyó semejantes razones, estaba confuso mirándole sin saber que hacer ni decirle, hasta que hubo de decir que le otorgaba el don que le pedía. Esto es, nombrarle caballero. Y así se lo pido yo al mío y así lo acordamos ambos dos. Esta noche, velaré armas y mañana seré nombrado caballero
(Y así sucedió con la siguiente oración:
--Dios haga a vuestra merced muy venturoso caballero y le dé venturas en lides.)
Miércoles 22/05/2019
Descansado y bien dormido y habiendo desayunado, una vez nombrado caballero (no os burléis que a otros los han nombrado gentecilla con menos empaque y atributos que mi ventero) me dirijo a mi siguiente objetivo.Un lugar de la Mancha, de cuyo nombre sí quiero acordarme. Argamasilla de Alba
Ayuntamiento de Argamasilla
Iglesia parroquial de Argamasilla.
Casa de Medrano.
Antiguo pósito de cereales
Botica de la farmacia donde Azorín se reunía con los "académicos"
Enfilo después la carretera CM-3115 rumbo a Ruidera. |
Lagunas de Ruidera
Comienzan los vasos comunicantes que componen la quincena de lagunas, en la provincia de Albacete. Al final en la mas cercana a Ruidera, nace el rio Guadiana.
Y llega la decepción de mi viaje. Cervantes dice que de la aldea hasta la cueva, median dos leguas. Ésta es la cifra exacta. Y cuando se sale del poblado, por una callejuela empinada, tortuosa, de casas bajas, cubiertas de carrizo, etc.
Y llego con mi moto hasta la Cueva de Montesinos. Y me doy de bruces con la realidad y con la burocracia. Las visitas son concertadas, y con guía contratado para grupos. Es imposible acceder por libre. La muchacha que atiende la taquilla, entiende mi enfado y amablemente me deja retratar los aledaños a la entrada, pero de ningún modo me permite pasar. Debo llevar casco... jajaja, casco lo llevo en la mano!! nada. Mi gozo en un pozo. Doy media vuelta y desando el camino, poniendo rumbo de nuevo al pueblo de Ruidera, donde me pongo morado con un plato combinado a la sombra y fresquito en una terraza en la plaza del pueblo.
"Oh, señora de mis acciones y movimientos -Repite Don Quijote- clarísima y sin par Dulcinea del Toboso! Si es posible que llegue a tus oídos las plegarias y rogaciones de este tu venturoso amante, por tu inaudita belleza te ruego escuches y no me niegues tu favor y amparo ahora que tanto lo he de menester"
"La atmósfera es densa, pesada; se oye de rato en rato en el silencio un gotear pausado, lento, de aguas que caen del techo. En el fondo, abajo aparece un agua callada. Un agua negra, un agua profunda, un agua misteriosa."
Como dijo Sancho Panza, los duelos con pan son buenos...
Después de comer, enfilo la carretera N-430 rumbo a Puerto Lápice. Dejo atrás La Solana y Manzanares. Algo más tarde de las 16.30 me planto en la Antigua Venta de Puerto Lapiche
Esta localidad está enclavada en las antiguas vías de Toledo, Andalucía y el pueblo de Argamasilla.
La venta actual es una recreación comercial y gastronómica para turistas. En el momento que yo la visité mas de media docena de autocares con pasajeros asiáticos lo llenaban todo...
Para hacer algunas fotos sin gente hube de esperar un buen rato o rogar el permiso a algunas simpáticas japonesitas.
Casi terminando mi visita a Puerto Lápice a una hora muy taurina...
Aquí, un amigo. Lo noté un poco frío... (como ahora soy CABALLERO, me codeo con gente de alta alcurnia)
La noria...
Jueves, 23/05/2019
Bien desayunado, cargo mi equipaje y me dispongo a regresar a mi punto de origen.
Tengo por delante un largo trayecto de casi 500 km. Voy a completar otra carretera nacional. La N-420 (Tarragona-Córdoba) la he rodado en gran parte pero desde Alcázar de San Juan hasta Cuenca no la he transitado aún. Hoy voy a darme el gusto...
Hago un repostaje y tomo un café un poco antes de llegar a Cuenca (San Lorenzo de la Parrilla) y ya no vuelvo a detenerme hasta la localidad turolense de Calamocha, donde paro a comer.
A esta casilla de peones camineros, le tenía ganas hace tiempo... hoy he aprovechado
A eso de las 16 horas, llego a mi casa. He recorrido un total de 1.145 km en las tres jornadas.
He rodado por carreteras de las siguientes provincias: Zaragoza, Guadalajára, Cuenca, Tolédo, Ciudad Real, Albacéte, Valencia y Teruél. He repostado en cinco ocasiones, la gasolina más cara la he pagado en Zaragoza cuando llené el depósito antes de salir y la más barata en Daroca en el regreso.
Espero que os haya gustado. Hasta la próxima...
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