Viernes 21 de abril de 2023. Sobre las 15.30, salgo de casa, rumbo al lugar de encuentro. Antes de hacerlo, anoto los km de mi moto. (11.583)
Cuando llego, ya está Nestor, tomamos un café y cambiamos impresiones sobre el tiempo que posiblemente nos va a hacer por el camino...
Enseguida van llegando el resto de los componentes del KOMANDO, que se habían comprometido.
Han llegado todos y estamos a puntito de partir. La tarde es soleada, pero sin excesivo calor, por lo que la rodada promete ser agradable y muy llevadera.
De un tirón, nos hacemos Zaragoza - Agoncillo. Algo así, como 160 km. primer contratiempo: nuestro bar de referencia, está cerrado (En él, hemos parado siempre que hemos circulado por esta nacional, desde abril de 2012 que nos fuimos a Torrelavega)
Retomamos de nuevo el ritmo motero y vamos rebasando Logroño y otras poblaciones, sin encontrar nada aparente donde hidratarnos y estirar las piernas. Es ya en las proximidades de Cenicero, donde el lugar nos resulta aparente y nos detenemos...
El "lugar" he de reconocer que era raro. Una enorme verja, cerraba el paso a un amplio recinto.. Los rótulos, decían claramente, Hostal-Restaurante... Una señora, desde la lejanía, nos indicó que a esa hora, descansaban... Aún así, al momento se acercó un caballero y nos preguntó que deseábamos. Le respondimos que unas bebidas refrescantes y unos cafés. Abrió la cancela y pasamos al interior del recinto. (Antes le pregunté que a cuanto nos iba a cobrar lo cafés y me respondió casi enfadado que "igual que en su pueblo")
Había dos barras. Una de tarde y otra como más de "noche" En esta última, la decoración era bastante atrevida, aunque a las muchachas de escayola de las paredes, una mano censora les había colocado unas prendas sobrepuestas encima de sus pechos. En la entrada, había carteles que me desconcertaron bastante. Uno decía que en el establecimiento, se arreglaban prendas y se cogían bajos de pantalones. También vendían patatas de cosechero. Esto no me parece raro, porque mientras tomábamos nuestra consumición, un par de señores, andaban intentando arreglar un motocultor allí mismo.
Los techos, lucían enormes y vistosas claraboyas.
Sé de sobras, lo que algunos estaréis pensando... pero os ruego que no malinterpretéis mis palabras. Paramos en un Hostal. (Y punto)
Y hablando de hostal. En poco menos de una hora, nos plantamos en la puerta del nuestro, en la localidad burgalesa de Pancorbo. (Tuvimos la alegría y la coordinación de coincidir en el mismo lugar de la Nacional 1 y en el mismo instante, con nuestro compañeros de Donosti, Leyre y Victor). Solo un problema reseñable: la Repsol que hay justo en el lateral del hostal, ha cerrado y hubímos de irnos a repostar hasta Miranda de Ebro (18+18 km)
La cena fue en el propio hostal y a más de copiosa, fue divertida. (La tónica general de todo el fin de semana)
Al tiempo de abonar la cena, en fila, porque cada integrante del KOMANDO hizo gala de una modalidad de pago. (Tarjeta, app, Bizum, efectivo, etc)
Y después, a pasear Pancorbo (Y a intentar tomar unos gintonic, cosa imposible)
Creo que en nuestro recorrido nocturno, no nos cruzamos con tres personas.
Ufffff ¡ como entiende el personal mis mensajes!! Dije, que para la noche, se llevasen chanclas. Pues hubo DOS que salieron a pasear en chanclas. ("Como dijiste que para la noche chanclas...")
Comprobé también, que el carro de Manolo Escobar, continúa en el mismo lugar...
Ante la imposibilidad de tomar algo por los bares del pueblo, optamos por regresar a la cafetería de nuestro hostal y allí pudimos saciar nuestra sed y echar un buen rato de risas y charla...
La mañana del sábado 22 de abril, amaneció en Pancorbo lloviendo y con esa niebla que se clava en los picos de las montañas como una boina de algodón. La cosa, no pintaba nada bien...
Nuestras motos, habían dormido dentro del garaje del hostal y eso por lo menos era un plus.
Nos dispusimos a salir, no sin antes vestirnos con los chubasqueros y demás protecciones anti lluvia.
A las ocho, empezaba la ruta...
Desayunando, me "tocó" una servilleta, que a pesar de los malos presagios climatológicos, me dió mucha moral. Y así fue. No habíamos rodado una decena de km y la lluvia cesó y ya no la volvimos a ver ni sentir en toda la jornada del sábado.
Después de una treintena de km, nos plantamos en Tobera. (Primer espectáculo)
Ermita de Santa María de La Hoz y Ermita del Santo Cristo.
Y puente medieval de Tobera.
Y cascadas de Tobera, en el Rio Molinar.
El conjunto, no puede ser más bonito...
Y antes de tres km de recorrido, la ciudad de Frías. (La ciudad más pequeña de España)
Impresionante castillo.
En Frías, todo es bonito. Incluso sus cuestas...
Mis compis, que ven una almena y no se pueden resistir...(Juego de Tronos y otras series, les transportan de lugar en cuestión de segundos...)
Al ser una hora tan temprana, el castillo se encuentra cerrado al público.
Impresionante porte, el de la Iglesia de San Vicente.
A la derecha de la imagen, está la vega del rio Ebro y es para donde vamos a encaminar nuestra rodada...
Y es que no podríamos perdernos el Puente Medieval de Frías sobre el Ebro.
Caras de felicidad, de lo que están viendo...
La construcción del puente, está datada en el siglo XIII. Tiene una longitud de 143 metros y su tablero, una anchura de 3.45 metros. La torre central, fue añadida posteriormente, para cobrar el "pontazgo"
Volvemos a nuestras monturas y emprendemos viaje rumbo a Pedrosa de Tobalina. (Una veintena de km)
En este lugar, además de un bar con unos pinchos de tortilla y unos torreznos muy buenos, se encuentra la Cascada del Peñon. (Algo escasita de agua hoy, por la pertinaz sequía)
Fotos, comentarios, risas y mucho cachondeito...
La foto no es de este día. La hice en 2017
Y de cascada a cascada, no sin antes hacernos unos 80 km, por las carreteras con más curvas y éstas más cerradas, de toda la provincia de Burgos. Y así, nos plantamos en Orbaneja del Castillo.
También aquí, se ha dejado notar la escasez de agua.
Así lucía la primera vez que llegué a ella...
De Orbaneja, al Monasterio de Santa María de Rioseco. (No muy lejos y carreteras de nuevo superdivertidas) Ramón en cabeza y disfrutando como un crío con zapatos nuevos.
En el Valle de Manzanedo y a orillas del rio Ebro. En esta foto. parte del claustro.
Mis "pios compañeros" nos mostraron su profunda devoción desde todos los púlpitos a su alcalce.
El monasterio, estuvo habitado durante siglos, por monjes blancos de la Orden del Cister. En el siglo XIX entre la guerra de la Independencia y después la desamortización de Mendizabal, puso fin al monasterio. La desidia, el olvido y el expolio, pusieron en la situación actual la ruina que podemos contemplar hoy.
De Rioseco, partimos sin demora a Villarcayo, (15 km) lugar en que tenemos reservada mesa, para el banquete de hoy sábado 22/04/2023
Y el la cafetería de las Piscinas Municipales, nos dimos el homenaje. Medio pollo asado "per cápita" con muchas patatas fritas, platos y platos de morcilla de Burgos y pimientos fritos y luego helados de postre...
Ahhhh y mucha cerveza fría!!
Una vez bien comidos, les llevé a un lugar para mí, mítico. Se trata de la antigua estación ferroviaria de la extinta línea Santander-Mediterraneo, HORNA-VILLARCAYO.
En ella se encuentra varada desde 1991 la impresionante locomotora MIKADO.
El año 2022, por estas mismas fechas, estuve "despidiéndome" de ella, porque aseguraban los entendidos, que la trasladarían a Alicante para su total restauración. Un año después, continúa aquí.
Mis compañeros se divirtieron como críos...
Ea, mira donde se han encaramado estos cuatro...
De Villarcayo, directos a Taranco (33 km)
En este lugar, el 15 de septiembre del año 800, se escribió por primera vez el nombre de CASTILLA.
(Hemos adelantado un día, el Día de Los Comuneros, 23 de abril)
El lugar, es bucólico y desprende paz y sosiego. Ovinos y bovinos pacen por doquier...
Desde Taranco, nuestro destino se encuentra a unos 25 km. Se trata de Espinosa de Los Monteros, población de casi 1.700 habitantes y que es donde descansaremos esta noche del sábado 22/04/2023
Soportales de Plaza Sancho García.
Ayuntamiento.
Nuestro hostal.
Justo en la puerta del hostal, recién duchaditos y dispuestos a pasear la población burgalesa.
La paseamos, e incluso nos columpiamos... (todos llevamos un niño chico en el interior)
Y a las 21.30 a cenar, que lo teníamos reservado...
La noche del sábado, para que no sucediera como la del viernes, habíamos previsto provisiones de agua con misterio y en una de las habitaciones, dimos buena cuenta de unos gin tónic preparados por nuestro compañero AUKE, con maestría, esmero y buen gusto.
La mañana del 24/04/2023, como no podía ser de otra forma, amaneció lloviendo.
En realidad, igual que en el dia anterior, no habíamos rodados cinco km y ya escampó. Nuestro primer destino, era Ojo Guareña. (14 km)
Maravilla natural donde las haya. Cueva de Ojo Guareña y Ermita de San Bernabe.
Lástima que los horarios y los cupos de visitantes, no nos han permitido el paseo por las entrañas de la tierra. Merece la pena...
15 km más, parte de ellos por una "pista" llena de baches y charcos, pero con un encanto especial y una historia que no está en esa "memoria" que nos quieren imponer, pero que merece la pena darle un repaso.
Se trata del Túnel de La Engaña.
Antigua playa de vías.
Durante mucho tiempo, fue el túnel ferroviario más largo de España. 6.976 metros
Colonia de casas de los trabajadores del túnel.
Represa del rio La Engaña.
De camino a Puentedey, aún fuimos rodando un buen rato, junto a las antiguas infraestructuras del Santander-Mediterraneo. (Ejemplo, ese viaducto y varias estaciones por las que pasamos)
Y llegamos a Puentedey (13 km)
Las imágenes, hablan por si solas...
Camaradería y buen rollo.
Leyre y Fer.
Otros más...
Ya camino de nuestro hogares, paramos de nuevo a comer en un coqueto restaurante en Pancorbo. (84 km) Unas viandas riquísimas y un ambiente excelente. Al acabar, Un poco de tristeza, porque Leyre y Victor tomaron la N-1 rumbo al norte y nosotros la N-232 dirección Logroño y Zaragoza.
A la altura más o menos de Haro, comenzó una lluvia bastante intensa que ya nos acompañó hasta Tudela. Solo paramos a repostar y tomar algo en un área de servicio en Arnedo.
La verdad, es que al llegar a Zaragoza, personalmente yo iba casi seco. Solo los dos pares de guantes estaban chorreando y fue lo que tendí a secar. (240 km)
Y en general, esto ha sido a grandes rasgos la crónica de estos tres días de viajes, risas y camaradería. 880 km de nada a las espaldas y esperando la próxima que será aún mejor...
SALUDOS CORDIALES.